Experiencias de exfumadores

Dejar de fumar vale la pena

Autor: Alberto

 

Toda mi vida he trabajado en el sector de la restauración. Empecé a fumar desde muy joven. Entonces ya fumaba mi tabaco y el que fumaban los otros. Cierto día decidí dejar de fumar porque empecé a practicar deporte. Con ello vi que me ahogaba, me cansaba y tosía mucho, por lo que decidí tomar esta decisión.

Había dejado el tabaco, pero seguía fumando cada día. No había dejado de trabajar en el restaurante y en él se seguía fumando.

Por el calor, hablar continuamente y el humo ambiental del restaurante, cada quince días me quedaba afónico, de forma que siempre estaba pendiente de mis afonías y de los remedios para superarlas.

Cuando entró en vigor la Ley Antitabaco, el 1 de enero del 2006, el restaurante donde trabajo tomó la gran decisión de acogerse a esta nueva norma.

Desde entonces no he vuelto a estar afónico, la ropa que llevo no huele a tabaco cuando llego a casa y me encuentro personal y físicamente mejor que nunca.

Cuando voy a comer a un restaurante, siempre elijo que sea de no fumadores, ya que, cuando como un buen manjar, quiero saborearlo y no estoy dispuesto a tragar humo de un fumador.

Dejar de fumar vale la pena.

 

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