Editorial

Dejar de fumar y reducción de la crisis

Autor: Redacción


No cabe duda que dejar de fumar conlleva, de manera inmediata, enormes ventajas para el fumador que toma tan sabia decisión. No solamente los aspectos físicos se resienten, sino también los psicológicos (aumento del orgullo personal, satisfacción, autoestima y amor propio). La economía comienza a ser ya un motivo para plantearse el cambio. El actual momento económico nos obliga a tomar serias decisiones respecto a la economía doméstica y prescindir de lo superfluo y secundario. Este es el motivo que muchos fumadores y fumadoras esperaban para pasar a la acción. El coste sanitario y social del consumo de tabaco asciende a unos 16.474 millones de euros en nuestro país, lo que equivale a decir que a cada ciudadano (sea o no fumador) le cuesta el consumo 433 euros por año.

Los costes sanitarios directos de las cinco enfermedades más frecuentes asociadas al consumo de tabaco suman en España cerca de 7.700 millones de euros anuales.

Los costes sanitarios directos de las cinco enfermedades más frecuentes asociadas al consumo de tabaco suman en España cerca de 7.700 millones de euros anuales. La actual ley del tabaco y el cada vez mayor número de personas que deciden iniciar un tratamiento de deshabituación explican el importante descenso en el consumo.

De los casi 100.000 millones de euros de presupuesto sanitario anual (público y privado), en torno al 15% está relacionado con el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco. Estas estimaciones son muy parecidas a las europeas. La Oficina Estadística Comunitaria (Eurostat) calcula que el gasto sanitario y social del tabaco supone el 1,7% del PIB. A menudo se argumenta que el consumo de tabaco colabora aportando dinero a las arcas públicas. Según opinión del CNPT, este argumento no es válido, ya que por esta vía el Estado recaudó el pasado año 7.718 millones de euros, lo que significa que por cada euro ingresado se gastaron dos en costes sanitarios y sociales.

Fumar es una ruina, tal como suena. Dejar de fumar es también una inversión psico-físico-económica que deberemos tener muy presente en el momento actual de ahorro económico.

 

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