Editorial

En el coche no se fuma

Autor: López, Mercedes


El cenicero y el encendedor han dejado de ser un equipamiento de serie en la mayoría de los coches. Una medida que, a parte de estar basada en otras razones, contribuye a disminuir las distracciones al volante. No podemos olvidar que, al fumar, el conductor aparta la mano del volante y la mirada de la carretera.

No podemos olvidar que el consumo de tabaco mientras se conduce es un factor de distracción. Buscar el paquete, encender o apagar el cigarrillo, utilizar el cenicero… son acciones en las que se aparta la mano del volante y la mirada de la carretera.

Asimismo, hay que indicar, cuando se acaban de cumplir tres años de la entrada en vigor de la conocida como Ley del Tabaco, que menos del 30% de los españoles fuma diariamente, según la última Encuesta Domiciliaria sobre Alcohol y Drogas en España (2007/08), realizada por el Ministerio de Sanidad y Consumo.

Todas estas cifras no han pasado desapercibidas a los fabricantes de automóviles. Desde Opel explican: “Es un hecho que se fuma menos y, por lo tanto, como fabricantes queremos contribuir a ello.” Y Ford añade: “Sabemos que existe un cambio en la sociedad en cuanto al consumo de tabaco, y como fabricantes siempre estamos atentos a la demanda de la sociedad.” Por eso han hecho desaparecer el encendedor y el cenicero de sus modelos como equipamiento de serie, al igual que Jaguar, BMW, Mini, Nissan o Seat. Por su parte, Volvo, Fiat, Lancia, Alfa Romeo o Citroën todavía optan por incluirlos de serie.

Ahora, en el espacio del cenicero se puede ubicar un vaso, una botella de agua, una toma de corriente para recargar los móviles… y, si el cliente lo pide, “se le entrega un cenicero de quita y pon”, una opción que se conoce como kit fumador y que no suele acarrear un sobreprecio. Con alguna excepción, si se pide este accesorio al comprar un Focus o un Fiesta, su coste es de 10 euros, o de 25 a 30 euros (incluida la mano de obra de instalación) si el vehículo que se compra es un Seat.

 

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