Autor: Raich Soriguera, Antònia
Desde hace unos meses, a propósito de la nueva ley sobre tabaquismo que entrará en vigor a partir del próximo enero, venimos escuchando en los medios de comunicación el eterno debate entre los derechos del fumador a fumar y los del ciudadano a respirar aire limpio de humo del tabaco. Debates no siempre bien fundamentados, puesto que pocas veces son expertos en el tema quienes opinan, y a menudo son partes interesadas, puesto que no debemos olvidar que tras esta cuestión hay una serie de intereses económicos muy potentes, que a menudo se alían con sindicatos y organizaciones empresariales a quien hacen alzar la voz para evitar lo que realmente y sólo para ellos supondrá una disminución de beneficios, que son las industrias tabaqueras.
Uno de los sectores que más alza la voz ante la nueva ley es el de la hostelería, puesto que presume graves pérdidas en pos de la nueva ley. Presunción que ya en otros países y también aquí se ha demostrado errónea.
La experiencia de Manresa
En el contexto del DÍA MUNDIAL CONTRA EL TABAQUISMO, que se celebra anualmente el 31 de mayo, decidimos desde la comisión Hospital Libre de Humo de ALTHAIA, en Manresa, promover una iniciativa de espacios libres de humo en nuestra ciudad para celebrar la jornada.
Los objetivos que nos proponíamos eran: sensibilizar a la población sobre el riesgo que supone para la salud el humo pasivo del tabaco, promover el conocimiento sobre la legislación que se está preparando, fomentar la reflexión y el diálogo sobre la aplicación de los espacios sin humo y poner a prueba el nivel de preparación de nuestra comunidad ante la aplicación de espacios sin humo de tabaco.
La metodología que utilizamos fue la siguiente: el proyecto se realizó en coparticipación con el Ayuntamiento y el grupo Regió7 (gestor de medios de comunicación). Mediante cartas personalizadas y anuncios en los medios de comunicación se propuso a empresas y entidades que se añadieran a la campaña UN DÍA SIN HUMO DE TABACO y que decretasen el 31de mayo la prohibición de fumar en los espacios de su organización. Se habilitó una web y un teléfono para registrarse y se entregó a las empresas inscritas carteles de señalización. Los profesionales implicados participamos en 2 ruedas de prensa y 5 programas en radio y televisión. El día 31 los medios de comunicación realizaron programas del seguimiento de la jornada y el diario publicó el nombre de todas las entidades participantes. Fueron los mismos medios quienes se ocuparon de hacer el seguimiento del cumplimiento en las entidades y empresas adheridas. Los resultados se inscribieron en 101 entidades y el 26% pertenecían al sector de la hostelería. Algunas de las empresas instauraron la normativa definitivamente. La mayor parte de la población estaba informada de la campaña. Hubo una buena aceptación y un correcto cumplimiento de la normativa.
Las conclusiones son que las organizaciones y los ciudadanos están preparados para asumir una legislación restrictiva sobre el humo del tabaco, lo que no implica cambios en los hábitos de relación con la hostelería.
Los profesionales de la salud debemos implicarnos en la difusión de la información científica, puesto que del mismo modo que el consejo médico es eficaz para que un fumador se plantee el abandono del tabaco, posiblemente sea también eficaz ante una sociedad fumadora.
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