Autor: Quesada Laborda, Mónica
El tabaquismo constituye la primera causa aislada de morbi-mortalidad en sociedades desarrolladas. En España, donde la prevalencia de fumadores continúa siendo elevada, 34,4% en la población mayor de 16 años (31,6 fumadores diarios y 2,8 fumadores ocasionales), ocasiona más de 50.000 muertes al año.
Alrededor del 80% de ellos intentan abandonar el tabaco sin ayuda profesional. Algunos porque no pueden acceder a un tratamiento intensivo cara a cara por incompatibilidad de ubicación o de horarios, y otros muchos se inhiben por diversas razones personales. Menos del 10% de quienes pretenden el abandono sin ayuda profesional logran mantenerse abstinentes, lo que plantea la necesidad de mejorar la accesibilidad del fumador al tratamiento de su dependencia y las condiciones en las que éste se realiza.
La posibilidad de ofertar esta ayuda a distancia, como puede ser a través del teléfono, constituye una opción adecuada al facilitar el acceso del fumador a la dirección profesional de dicha asistencia. La eficacia del marco telefónico como ayuda para dejar de fumar se ha demostrado en distintos estudios, tanto para suministrar intervención exclusivamente cognitivo-conductual como para complementar materiales de autoayuda, campañas institucionales y tratamientos farmacológicos. La utilidad del tratamiento proactivo del tabaquismo a través de este medio también ha sido evaluada, habiéndose evidenciado incluso una relación dosis –respuesta entre la intensidad de la intervención telefónica y el resultado alcanzado. Es, pues, un medio con eficacia científicamente demostrada y, consecuentemente, recomendado por las más prestigiosas guías de tratamiento del tabaquismo.
Con estos antecedentes, desde la Unidad de Tabaquismo del Hospital Carlos III en el año 2003 nos planteamos el desarrollo y la instauración de la Línea de Vida sin Tabaco para poder dar respuesta a distintas fuentes de demanda a las que no se podía responder hasta ese momento:
– Ofertar tratamiento proactivo a distancia en el ámbito nacional a fumadores que no pueden acudir a centros con programas presenciales por distintos motivos (horario, distancia elevada al centro más cercano, imposibilidad de desplazamiento, etc.).
– Informar a los fumadores sobre los centros públicos especializados en tratamiento de tabaquismo que existen en las distintas comunidades autónomas.
– Ofrecer asesoramiento y seguimiento a aquellas personas que han dejado de fumar.
– Proporcionar apoyo a los pacientes que acuden al tratamiento presencial de la unidad de tabaquismo de nuestro hospital.
– Asesorar a los profesionales sanitarios que lo necesiten sobre la intervención en tabaquismo.
Desde el inicio del proyecto hasta el 31 de mayo del 2006 la Línea Vida sin Tabaco ha recibido alrededor de 10.000 primeras llamadas.
Desde el inicio del proyecto hasta el 31 de mayo del 2006 la Línea Vida sin Tabaco ha recibido alrededor de 10.000 primeras llamadas. De éstas, el mayor porcentaje es de fumadores que quieren dejar de fumar. Les siguen, en menor medida, las de aquellas personas que han dejado de fumar y solicitan asesoramiento y aquellas en las que se solicita información sobre las distintas opciones de tratamiento existentes.
Alrededor de un 14% de las personas que llaman entran en el programa de tratamiento proactivo. El perfil del fumador que solicita este tipo de intervención es de una persona que tiene problemas de horario, que no puede desplazarse o que no tiene ningún centro de tratamiento de tabaquismo en el lugar en el que viven. Suelen haber hecho algún intento previo de dejar de fumar, en muchas ocasiones con algún otro tipo de método, y con altos niveles de dependencia a la nicotina. Un dato a señalar es que presentan en mayor medida antecedentes de trastornos mentales que los fumadores que acuden a la consulta habitual de tabaquismo en la que el tratamiento es presencial. La confidencialidad que aporta el marco telefónico puede ser una de las razones por las que este tipo de fumadores opten por una intervención a distancia.
Para este programa de tratamiento de tabaquismo proactivo lo que hicimos fue adaptar el programa multicomponente habitual en la Unidad de Tabaquismo del hospital que combina la terapia cognitivo-conductual con el tratamiento farmacológico. Se desarrolló de tal forma que permitiera realizarlo a distancia, sustituyendo las visitas por llamadas telefónicas y remitiendo el material escrito mediante correo convencional. El tratamiento se compone de 12 contactos telefónicos y cinco contactos por correo (convencional o electrónico) que se llevan a cabo durante 6 meses. Al igual que en el tratamiento presencial, el tratamiento proactivo consta de los siguientes elementos:
– Valoración inicial en la que se realiza la historia clínica y tabáquica del fumador.
– Utilización de técnicas cognitivo-conductuales: principalmente control de estímulos y entrenamiento en habilidades de afrontamiento y resolución de problemas.
– Tratamiento farmacológico: la mayor parte de los pacientes utilizan terapia sustitutiva con nicotina (parches, chicles y/o comprimidos de nicotina). Un porcentaje menor de los pacientes utilizan Bupropion, aunque cuando se elige esta opción la prescripción del fármaco debe ser realizada por el médico de atención primaria del paciente.
Los últimos análisis de resultados conseguidos con el tratamiento proactivo a través del teléfono nos han mostrado datos bastante satisfactorios, con unos porcentajes de abstinencia de un 54,5 por ciento al final del programa. Lo consideramos, por tanto, como una forma alternativa de tratamiento totalmente eficaz para aquellos fumadores que deseen abandonar la dependencia al tabaco y no tengan las facilidades de horario o desplazamiento que requieren muchas de las intervenciones presenciales.
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