Enhorabuena. Estás decidido a dejar de fumar.
Te proponemos unos simples pasos para facilitarte el proceso de dejar el tabaco.
Márcate en tu calendario o agenda, un día para dejar de fumar.
El día escogido no es UN día cualquiera. Es EL día que recordarás siempre y que celebrarás sus cumpleaños. Es importante estar atento a ti mismo/a. ¡Escúchate, fíjate, obsérvate! Comunícalo a tu entorno, tu familia, tus amigos, tus contactos. Esto reforzará tu compromiso y te apoyarán en tu objetivo.
Haz una lista de los principales temores que puedas ir teniendo durante ese primer día: verbalízalos o incluso escríbelos en una libreta o una hoja para la nevera. Es el primer paso para hacerles frente.
Recuerda que el miedo paraliza. Anímate a ti mismo/a con mensajes positivos: “Estoy más cerca, lo estoy consiguiendo, un día más sin fumar, poco a poco, …”
Tómate dejar de fumar como si quisieras aprender a nadar por primera vez. Rodéate de “flotadores” y puntos de apoyo para hacer más fuerte tu valiente decisión de no fumar.
Aquí tienes estos simples consejos que te podrán ser de gran utilidad para conseguir tu gran objetivo: dejar de fumar.
- Rompe rutinas. Ocupa la mano con la que fumas habitualmente en todo momento: con una pelota relajante, un bolígrafo, una pinza de tender la ropa, unos dados, unas canicas, …
- Ten la mente ocupada. Ve a cine, lee, dibuja, pasea, ve al campo, haz excursiones, recupera un antiguo hobby, escucha música, haz pasatiempos, juegos de mesa, crucigramas, …
- Prémiate cada día. Busca sensaciones agradables, date recompensas alternativas al tabaco, tu esfuerzo se merece un gran regalo.
- Identifica mentalmente las situaciones en las que puedes encontrarte con el tabaco o con personas fumadoras durante el día. Visualizar significa prepararse para el éxito.
- Recuerda que el deseo de fumar es como la energía de un imán, pero que en el caso de la dependencia del tabaco se puede romper. Cada vez que te distraes o sencillamente dices “NO”, es un paso más para vivir sin tabaco.
- Plantéate objetivos a muy corto plazo. De medio día o de un día entero.
- Está comprobado. El deseo de fumar se reduce gradualmente hasta desaparecer. Si lo alimentas fumando, aumenta.
- Escribe cómo te sientes. Escribe cómo te gustaría sentirte. Haz una lista de los síntomas molestos. Ve tachándolos a medida que van desapareciendo.
- Calcula el dinero que pierdes al fumar en un año y a qué parte de tu sueldo corresponde. Te llevarás una gran sorpresa. Piensa qué podrías hacer con todo ese dinero.
- Haz una lista de los más que posibles beneficios al dejar de fumar. En cuanto a la salud, económicos, autoestima, la opinión de tu familia y de tus amigos o conocidos.
Cuenta con la ayuda de algún profesional que te asesorará y te acompañará en este proceso de deshabituación tabáquica. Consulta a alguna persona que ya haya dejado de fumar, cómo ha sido su proceso y cómo lo ha conseguido. Seguro que conoces alguna de tu entorno o algún amigo o familiar. Te puede servir contándote su particular experiencia.
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Fuente: texto extraído y adaptado de la “Guía práctica de ayuda para dejar de fumar” / PERRIGO
