Opinión cualificada
Salud mental y tabaco
Autores: Ballbé, Montserrat; Gual Solé, Antoni
La prevalencia del consumo de tabaco en personas con trastornos mentales es más elevada que en la población general y, en consecuencia, también lo es la mortalidad atribuida a las enfermedades provocadas por esta sustancia. El hecho de que se caractericen por una mayor dependencia y consumo de tabaco requiere, en muchos casos, abordajes más especializados y intensivos. El abordaje del tabaquismo en personas que sufren trastornos mentales precisa, por ejemplo, de un seguimiento más estrecho con el fin de asegurar la estabilidad del trastorno o de controlar las interacciones y cambios de dosis en la medicación psicotrópica una vez iniciado el cese tabáquico.
Dichas constataciones, como una mayor dependencia, un mayor consumo, más dificultad para dejar de fumar o más recaídas, han conducido a muchos falsos mitos, como, por ejemplo, que estos pacientes no son capaces de dejar de fumar per se, la mal entendida condescendencia de dejarles fumar por considerarlo uno de sus grandes alicientes (o hasta el único) o el miedo a que el paciente pueda presentar respuestas en forma de agresividad. Este tipo de prácticas de apariencia benevolente, más que ayudar al paciente lo siguen dejando en una situación de desventaja y discriminación frente a los demás.
La ley española 28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco, en el artículo 7 prohíbe fumar, entre otros espacios, en los centros de trabajo y en los centros y servicios o establecimientos sanitarios, con alguna posible exención:
“Los centros, servicios o establecimientos psiquiátricos pueden habilitar zonas para los pacientes a quienes, por criterio médico, se determine.”
Así pues, los servicios y/o hospitales psiquiátricos, a diferencia de otros servicios sanitarios, pueden habilitar algún espacio interior debidamente señalizado para pacientes fumadores. No obstante, y pese a la existencia de mucha variabilidad entre centros, actualmente muchos servicios/hospitales psiquiátricos no están habilitados para el control del tabaco en lo que se refiere a espacios. En muchos servicios psiquiátricos de hospitalización, los pacientes pueden fumar en áreas comunes compartidas con pacientes no fumadores y con el personal. Los peligros de la exposición al humo ambiental del tabaco han sido ampliamente documentados y fumar en áreas comunes vulnera el derecho de los no fumadores a la protección de su salud y a respirar aire limpio. Sin un control ambiental del tabaco en estos servicios, los pacientes fumadores incrementan su exposición al humo del tabaco y tienen más facilidad para aumentar su consumo. Asimismo, esta falta de control ambiental favorece, en cierta medida, que los no fumadores puedan acabar fumando. Aparte de los pacientes, los profesionales que trabajan en salud mental quedan muchas veces desprotegidos del humo ambiental pese a que la institución o hospital tiene la responsabilidad legal de proveer un ambiente laboral razonablemente seguro y, por otra parte, a que la exención de la ley de un espacio interior no absuelve a la institución de dicha responsabilidad.
Actualmente, algunos hospitales o servicios psiquiátricos catalanes nos demuestran que es posible un servicio totalmente sin humo.
Actualmente, algunos hospitales o servicios psiquiátricos catalanes nos demuestran que es posible un servicio totalmente sin humo. Para que esta situación constituya la regla más que la excepción será clave un trabajo progresivo a diferentes niveles, como, por ejemplo, en la adaptación de espacios o en la sensibilización y formación del personal sanitario en el manejo de las nuevas políticas del tabaco en el servicio y en la intervención psicológica y farmacológica del tabaquismo en esta población.
Para el control del tabaquismo en estos ámbitos amparados por exenciones de la ley no existen normas preestablecidas ni guías de actuación. Pese a la complejidad del manejo del tabaco en esta población, se evidencia una clara tendencia al avance general de las políticas del tabaco, que obligan a anticiparse de una manera consensuada y progresiva.
La Red Catalana de Hospitales sin Humo (Xarxa Catalana d’Hospitals sense Fum [XCHsF]) trabaja para avanzar en el abordaje y control del tabaquismo en el ámbito hospitalario. En este propósito continuo, la Red ha iniciado una nueva vía de trabajo dedicada específicamente a las unidades psiquiátricas. Para el abordaje de esta nueva iniciativa, la XCHsF ha impulsado la creación de un grupo de trabajo de carácter abierto con profesionales de la salud mental sensibilizados con el problema del tabaquismo. El objetivo de este grupo es el de abordar esta cuestión tanto en lo que se refiere a espacios como en la actuación en pacientes y profesionales, planteando los principales problemas y consensuando las diferentes prioridades a trabajar.
El objetivo inicial del grupo se centra en: 1) adaptar a la realidad catalana una guía de buena práctica elaborada por la Irish Health Promoting Hospitals (IHPH) Network (que pertenece a la Red Europea de Hospitales sin Humo). Esta guía propone un decálogo y criterios o acciones de buena práctica en lo concerniente a la implementación de políticas de control del tabaquismo en el ámbito psiquiátrico, y 2) adaptar, a esta nueva versión de guía catalana, un instrumento (encuesta) de evaluación del estado actual del manejo del control del tabaquismo en este ámbito, que se prevé administrar a todos los responsables de los dispositivos psiquiátricos catalanes.
Para la difusión de esta guía, se prevé la colaboración de las Redes de Salud Mental y Drogodependencias de Cataluña con el fin de poder presentarla públicamente y ofrecerla como un documento sobre las prácticas deseables en los hospitales o servicios psiquiátricos, no solamente para las instituciones miembros de la XCHsF, sino también para el resto de instituciones psiquiátricas catalanas. Sería deseable, en este sentido, contar con la máxima participación de instituciones con el objetivo de enriquecer tanto lo que es la guía como su aceptación e implantación.
Nuestro deseo es que este trabajo de grupo sea tan sólo un primer paso y que le sigan nuevas propuestas y nuevos retos. La promoción de la salud ha de considerarse parte de la actividad de los servicios de Salud Mental y Adicciones. El tratamiento para el cese tabáquico en estos pacientes y la implantación de la política sin humo en los servicios psiquiátricos (como ya se lleva a cabo en el resto de servicios) aportan un importante valor de normalización.
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