Investigación de actualidad
Ser hospitalizado promueve dejar el hábito del tabaco entre pacientes. Intervenciones que comiencen cuando el paciente está hospitalizado y que continúen durante un mes después de ser dado de alta facilitan el abandono del hábito tabáquico
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Para los fumadores, ser hospitalizados constituye una oportunidad para abandonar el hábito, según el Cochrane Systematic Review, un estudio que analizó 5.600 casos en los Estados Unidos.
La investigación muestra que el éxito al dejar el tabaco aumenta en los casos de pacientes que ingresan en el hospital por cualquier motivo e inician, durante su estancia, sesiones con este fin, ya que los centros sanitarios son ahora “libres de humo”.
Una vez dado de alta, el paciente debe someterse a supervisiones periódicas. En el propio hospital el paciente tiene que dejar de fumar obligatoriamente, y las sugerencias de los especialistas para que renuncie definitivamente a esa práctica tienen, a menudo, “una muy buena acogida”.
Por ello, el estudio considera que las personas hospitalizadas, aun aquéllas cuya afección no esté estrechamente ligada con el tabaco, son un objetivo para ayudarles a alcanzar este reto.
A tal conclusión llegó un trabajo que reúne información de 33 ensayos clínicos que involucran a un total de 5.600 personas. Además, muestra que sólo las intervenciones intensivas de al menos 30 minutos de terapia y, por lo menos, un mes de cuidados paliativos después de la estancia hospitalaria, mostrarían beneficios significativos.
La integrante de la Asociación de Profesores de Medicina en la Escuela de Medicina de Harvard, Nancy Rigotti, sostiene que las intervenciones que comienzan durante la estancia en el hospital e incluyan, al menos, un mes de cuidados paliativos o ayuda después de ser dado de alta “promueven dejar el hábito del tabaco entre los pacientes”.
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