Opinión cualificada
¿Dónde dejamos de fumar? La consulta desde una unidad especializada: CAS de Drogodependencias de Tarragona
Autor: Carcolé Batet, Blanca
Los Centros de Atención y Seguimiento de Drogodependencias (CAS) son servicios públicos ambulatorios integrados en la Red de Atención a las Drogodependencias (XAD) de la Generalitat de Catalunya, especializados en el tratamiento de drogodependencias y que tienen por misión la atención integral a cualquier persona con trastornos por uso de drogas y a su familia, cuando la asistencia en los centros sanitarios de Atención Primaria no es suficiente por la complejidad de estos trastornos.
El grupo de profesionales que integra el CAS es un equipo multidisciplinario con tareas y funciones interdependientes: médicos, psicólogos, trabajadores sociales, psiquiatras, educadores sociales, diplomados en enfermería… Los CAS de Cataluña están sectorizados territorialmente. El CAS de Tarragona, en particular, atiende un promedio anual de 700 primeras visitas de las comarcas del Tarragonès, Alt Camp y Baix Penedès.
La evolución de las demandas de tratamiento
En Cataluña, el alcohol ha sido la sustancia con más demanda de tratamiento en los últimos 25 años, seguida de la cocaína y la heroína. Esta última sustancia ha experimentado una progresiva disminución desde el año 2000, mientras que las demandas por trastornos por uso de cannabis han aumentado en los últimos años. En los CAS de Cataluña, el tabaco ha pasado de ser la tercera demanda de tratamiento en la década de los 80 a la quinta en la década actual (6% de los inicios de tratamiento totales).
En Cataluña, el alcohol ha sido la sustancia con más demanda de tratamiento en los últimos 25 años, seguida de la cocaína y la heroína.
Detrás de esta disminución de las demandas de tratamiento del tabaco se encuentra, por un lado, el aumento exponencial de recursos que ayudan a dejar de fumar —consultas de Atención Primaria Sanitaria, unidades de deshabituación de tabaquismo especializadas, farmacias, hospitales, consultas privadas, centros de salud mental, etc.— y, por otro, una disminución de la prevalencia de fumadores como resultado tanto de un menor inicio en los jóvenes gracias a políticas preventivas y de control como de una fuerte dinámica de cesación en los adultos.
El tratamiento del tabaco en agravio comparativo
Actualmente, en Cataluña somos 25 CAS de un total de 64 que atendemos demandas de tratamiento de tabaquismo, además del resto de sustancias psicoactivas. La dependencia al tabaco es reconocida como un trastorno mental del comportamiento según la Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS (ICD-10) y el DSM IV de la Asociación Americana de Psiquiatría. Su capacidad de generar adicciones es similar a la de la cocaína, el alcohol y la heroína; así pues, dejar de fumar puede llegar a ser tan difícil como dejar de consumir cocaína o alcohol.
No obstante, el tabaco ha sufrido históricamente en los CAS un agravio comparativo respecto al resto de drogas que se tratan. Esto se traduce en el bajo porcentaje de CAS (39%) en que se realiza tratamiento de tabaco y en el escaso número de profesionales de estos recursos que ayudan a dejar de fumar. Es más, los profesionales que a partir de los años 80 nos formamos específicamente en deshabituación del tabaco lo hicimos por iniciativa propia, ya que este tratamiento no está contemplado dentro del catálogo de servicios de los CAS, motivados por la conceptualización del tabaquismo como una drogodependencia de las más adictivas que requiere un tratamiento interdisciplinario desde el ámbito de la salud.
El CAS de drogodependencias de Tarragona fue el primer servicio público del municipio en poner en marcha el año 1988 un programa específico de tratamiento de tabaquismo.
El CAS de drogodependencias de Tarragona fue el primer servicio público del municipio en poner en marcha el año 1988 un programa específico de tratamiento de tabaquismo. Dos profesionales del servicio, una médico y una psicóloga, nos especializamos en su tratamiento. En aquel momento los usuarios que atendíamos eran fumadores con dificultades especiales derivadas básicamente por los médicos de familia y especialistas (neumólogos, mayoritariamente) y fumadores que pedían visita por iniciativa propia, ya que les resultaba difícil dejarlo por propia voluntad.
A partir del año 2000, empezamos a recibir demandas para dejar de fumar de los propios usuarios que atendíamos por otra drogodependencia, animados por la posibilidad de recibir tratamiento por el tabaco. Diferentes estudios demuestran la alta prevalencia de tabaquismo en la población drogodependiente: entre un 80% y un 90% de los usuarios con adicciones son más fumadores y presentan una dependencia más elevada a la nicotina que la población general.
La adecuación de la intervención terapéutica
Hay profesionales del ámbito de la Salud Mental y las Adicciones que opinan que dejar de fumar puede resultar contraproducente en pacientes en tratamiento de deshabituación por otras adicciones. En los últimos años, ha aumentado la publicación de estudios que demuestran que dejar de fumar no interfiere negativamente en la deshabituación de otra adicción y, es más, puede proteger de las recaídas.
Desde mi experiencia profesional, no es tan importante si el tratamiento para dejar de fumar es simultáneo o secuencial. Dado que muchos de nuestros usuarios son fumadores con dependencia a otras sustancias psicoactivas o con Patología Dual (esta última, entre un 30% y un 70% del total de los usuarios), la importancia recae en la adecuación de la intervención terapéutica al perfil de cada paciente y que la motivación que tengan para dejar de fumar sea elevada.
La intervención en tabaquismo que realizamos en el CAS con nuestros pacientes en un tratamiento multicomponente de eficacia demostrada no solo es con fumadores sin patología, sino también en población psiquiátrica y drogodependiente que combina tratamiento farmacológico (monoterapia o terapia combinada), técnicas de biofeedback/cooximetría (CO) y tratamiento psicológico (terapia cognitiva/conductual y técnicas motivacionales).
Es necesario que los profesionales que trabajan en los CAS de drogodependencias valoren y refuercen su papel en el tratamiento del tabaquismo. Las ventajas de realizar tratamiento en el CAS son diversas: ofrecemos tratamientos más intensivos y especializados; partimos de un vínculo positivo con los usuarios que ya están en tratamiento por otras adicciones —disponen de numerosas ocasiones para abordar el tabaquismo— y somos un equipo multidisciplinario que permite un abordaje integral.
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